martes, 23 de febrero de 2016

Mi Vecino Viudo

PRIMERA PARTE

Hola, me llamo Dante y voy a cumplir 20 años. Y me gustaría compartir una de las experiencias mas chingonas de toda mi vida. Desde muy temprana edad me di cuenta que a diferencia de mis 2 hermanos, a mi me gustaban los hombres y no las mujeres. Soy el mas chico de los 3 y el único gay en la familia. Y si acaso hay algún primo u otro familiar, se lo tienen muy bien guardado porque nadie les sabe nada. Yo tampoco traigo un letrero colgado anunciando que soy Gay. Pero tampoco me da vergüenza aceptarlo llegado el momento o si se presenta la circunstancia para admitirlo. Es mi vida y yo la vivo como a mi me de mi pinche gana. A los que no nos aceptan o nos discriminan, a mi me pelan la verga. #AhuevoCabrón.

Vivo en el norte del pais, en un pueblo pequeño al que muchos consideran aburrido y donde no pasa nada. Pero mucha gente no sabe lo pasa cuando todos creen que no pasa nada; y es así  precisamente como sucedió la experiencia chingona, mejor dicho, CHINGONSISIMA que les quiero contar. O al menos para mi, así lo fue. Después de que la lean, Ustedes me dirán si tengo o no la razón.

De las primeras veces que mi verga se ponía dura, descubrí que era cada vez que veía a un hombre mucho mayor que yo. Aveces me llaman la atención los chavos de mi misma edad, pero los que verdaderamente me ponen cachondo y me calientan sobremanera, son los maduros. Tienen esa cosa que da el tiempo y la experiencia.
Cuando yo tenia como 14 años, Don Mario nuestro vecino quedo viudo y nunca se volvió a casar. Tampoco se le ha conocido una novia. Varias solteronas del pueblo han hecho su lucha por llamar su atención, incluida mi Tia Rita; nunca se ha casado y yo sé que le trae ganas a Don Mario. 
Y la verdad no la culpo, el Señor es un Hombre en toda la extension de la palabra. Es trabajador, serio, honrado y nunca se mete con nadie. Tiene una hija que ya se caso y se fue a vivir a la capital. Pero lo mejor de todo, son sus atributos físicos, Cabrón. Tiene todo lo que me gusta en un hombre. Su edad, que debe andar entre 40 y 45 años, un cuerpo de Ejemplar Masculino. Es alto, velludo, unas piernotas que al caminar destila dominio y poder. Unos brazos grandes, fuertes y firmes. Cuando se deja la barba, se ve aun mejor.  #PapitoSabroso

Ya perdí  la cuenta de todas las veces que me la he jalado pensando en EL. Ese hombre despierta en mi todo tipo de pensamientos, pero sobretodo los de lujuria y calentura. Pero es muy serio y por la diferencia de edades no es facil acercarse a EL.

Un día platicando con mi mejor amigo, quien obviamente era gay como yo, le confesé que yo le traía ganas a Don Mario. Mi amigo primero se burló de mi, porque no podía creer que me gustaran "los viejos".

--"No manches, Cabron. Que les vez a los vejetes esos?"

--"Don Mario no es ningún vejete. No tiene mas de 45 años. Y esta que se cae de bueno."

Mi amigo tenia cara de incrédulo, no podía entender mi atracción por los hombre maduros. Pero era algo que a mi me hacia hervir la sangre. Me la ponía dura al mil por ciento.

--"Ya tiene varios años que se quedo viudo, verdad?" me preguntó después de unos segundos de mirarme fijamente. Parecía que por fin le caía el veinte de que de verdad me gustaba un chingo mi vecino.

--"Si. Yo aun no cumplía los 15 cuando su esposa falleció. Como 6 años. Por qué?"

--"Porque los hombres de verdad no aguantan tanto pinche tiempo solos. Le conoces alguna novia después de que enviudo?"

--"No. Pero Mi Tia Rita y todas sus amigas solteronas le traen ganas al Cabrón."

--"A tu Tia Rita ya se le pasó el tren, jajajajaja."

--"No seas gacho, aun le dan ganas como a toda la gente. No es tan vieja."

--"Ya va a empezar la clase, pero te voy a decir algo. He oído decir por ahí que cuando un hombre mayor esta solo es porque le truena la reversa. Jajajajaja. Ponte a pensar, después de haber estado casado tanto tiempo y de tener a alguien con quien coger cuando le diera la gana y luego quedarse sin nadie, y por tanto tiempo, no tiene mucho sentido. Ahí hay algo escondido. A lo mejor, mientras todos pensamos que esta solo guardando luto a su esposa, tiene una amante que lo deslecha o UN amante. Jajajajaja. Piensa mal y acertaras."

Y aquella tarde, mientras regresaba de la Academia, la platica con mi amigo hacia eco en mi mente. Yo no sabia que pensar, pero la sola posibilidad de que a Don Mario le pudieran gustar los hombres me aceleraba el corazón. Aunque la gente siempre habla tanta pendejada. Estar solo tanto tiempo también se podía deber a que aun no superaba la muerte de su esposa, que aun la amaba y no había lugar para nadie mas. Si. Ese debía ser el caso de Don Mario?

Cuando pasé por su casa, me emocioné al verlo que se estaba bajando de su camioneta. Al parecer acababa de llegar del trabajo. Traía su ropa de albañil puesta. Me detuve a verlo detrás del árbol que estaba frente a la casa. QUE RICO MACHO!! Como era posible que se me antojara de esta manera. Nunca me había acostado con alguien. Solo cachonderias que nunca habían llegado a nada serio. Yo quería que mi primera vez fuera con alguien como Don Mario. Lo vi entrar a su casa y yo continué camino a la mía. Al llegar, mi madre estaba hablando en el teléfono con alguien, le di un beso en la frente y subí a mi cuarto. Le eché llave a la puerta y me asomé a la ventana que daba a la calle, desde ahí se podía ver la casa de Don Mario. Me empecé a quitar la ropa mientras mi verga se iba poniendo dura recreando las imágenes de mi vecino en su ropa de trabajo. Alto, fornido, masculino. Papacito. Un tigre del deseo total y completo. Un hombre así tenia que tener ganas de coger. Le tenían que dar ganas de que se la chuparan, de clavarla.
Yo quería chuparcela. Y que me la clavara. Iba a ser mi primera vez y queria que fuera Don Mario quien me desvirgara…. Don Mario y nadie mas.

Me escupí mi mano y empecé a jugar con mi verga parada y afilada. Mi grado de calentura era tal, que estaba sudando, me pasé la otra mano para limpiar mi sudor. Cerré mis ojos y me entregué a las sensaciones que me daba el auto-complacerme. Imaginando lo sabroso que seria encuerarme enfrente de Don Mario, hacer que se le fuera parando su verga, hacer que se le fuera poniendo dura y que se bajara el cierre de su pantalón para que yo le diera una mamadita deliciosa y suculenta. Hacerlo gemir de placer con cada roce de mi lengua.

--"Así mero Mi'ijo… suba y baje su lengua por toda mi verga y mis bolas… Que rico, que rico….mmmm"

Un hombre como Don Mario debía tener una verga de muy buen tamaño, debía ser una herramienta chingona y efectiva. Yo quería sentirla adentro de mi.

--"Le gusta como se la chupo Don Mario?"

--"Me gusta mucho, Mi'ijo…. no pare y siga chupandomela, mire como me la pone, Cabrón….mmmm, así…. Ooohh…"

--"Yo se la chupo cuantas veces quiera y cuando Usted quiera, Don Mario…tiene una verga deliciosa."

--"Ahhhhh….tragatela todaaa, todaaaa… asi, asî…. abra bien la boca y traguecela hasta el fondoooo…."

Ya no pude aguantar mas y me vine en chorros de leche imaginando probar el sabor de Macho completo que representaba para mi Don Mario. Me la había jalado tantas veces pensando en EL, que podia estar seguro que NADIE lo idolatraba como lo hacia yo. Si tan solo EL supiera todo lo que yo sentia por EL.
Abrí mis ojos para limpiar la ultima gota de semen que escurría de mi verga; y fue cuando vi atraves de la ventana a Don Mario salir de su casa y subirse a su camioneta. Lo segui con la vista hasta que su camioneta desapareció en la calle y de mi vista. Me fui a bañar y cuando salí, un plan se había formado en mi cabeza.
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Era casi de noche, cuando me quedé solo en la casa y aprovechando que Don Mario no había regresado, crucé la calle y el patio de su casa. En el pueblo casi todas las casas tenían una cerca de alambre o de concreto que cubría cada terreno, para mi buena suerte, la casa de Don Mario no estaba cercada.
Lo que estaba apunto de hacer me podía traer un chingo de problemas si me descubrían. Tenia miedo, pero ya se me había metido la idea y la iba a llevar acabo. No había gente en la calle, normalmente solo los que vivían en la cuadra eran quienes pasaban en sus coches o a pie. Era de noche y la casa de Don Mario estaba totalmente oscura. Caminé hasta el patio de atrás. Estaba temblando, pero no era tiempo para arrepentimientos. Traté de abrir la puerta de atrás y obviamente estaba cerrada. La casa era mas o menos grande y tenia varias ventanas. Las 2 primeras que intenté abrir estaban también con llave. Pero  la tercera, con un poco de fuerza se abrió y tratando de no hacer ruido y en medio de la oscuridad, con un salto entré a la casa. Si Don Mario llegaba y me descubría me iba a llevar la chingada. No habría nada que me salvara del castigo que me iban a dar mis padres. Eso sin contar en los problemas legales que me iba a meter si Don Mario levantaba algún cargo contra mi. #NoMamesCabron

Pero me valió madres todo y segui con mi plan. La casa estaba bien oscura, solo la luz de mi cellular iluminaba mi recorrido. Yo había entrado muy pocas veces a esa casa, y siempre acompañando a mi mamá cuando visitaba a la esposa de Don Mario. De eso, ya eran muchos años. Abrí varias puertas hasta que encontré la que debía ser su recamara. Me temblaban las manos de la excitación y del miedo a ser descubierto.  Pero yo estaba decidido a descubrir lo que se escondía tras el hombre que me la alborotaba como nadie lo había hecho jamas. Tenia que encontrar algo que despejara mis dudas de si la soledad en la que vivía era porque aun no superaba la partida de su mujer o porque vivía encerrado en el closet por miedo al rechazo y la discriminación.

Me calenté cuando vi sobre la cama su ropa interior blanca, parecia que la había juntado para lavarla, agarré uno de sus calzoncillos y los restregué contra mi cara, su esencia masculina me sacudió el alma, su olor a macho. Mi verga estaba dura y mi corazón palpitaba aceleradamente porque durante todo este tiempo solo me había conformado con verlo de lejos, pero nunca había conocido su olor mas intimo y sagrado. Esto era una tortura que me estaba haciendo pedazos, porque mi locura por Don Mario solo se iba a hacer mas profunda con esto que estaba yo haciendo. Lo peor era que lo sabia y me valía madre.
Me grabé el olor de su aroma y dejé el calzoncillo de nuevo sobre el montón de ropa. Abrí la puerta del closet y me atreví aprender la luz, estaba lleno de su ropa y cosas personales. Busqué y busqué, pero nada. No había nada de lo que estaba buscando. Una señal que aclarara mis dudas. Una revista, unos videos, ya fuera de hombres o mujeres. A los hombres les gustaba ver revistas de mujeres encueradas, a Don Mario le tenían que dar ganas y hacerse la chaqueta como a todos. Apagué la luz del closet. Y con la luz de la pantalla de mi celular, me encaminé de salida para encontrar la ventana por la que había entrado. Escuché el ruido de un coche, era la camioneta de Don Mario que se estaba estacionando afuera. Casi se me cae el celular en medio de la huida, salté por la ventana y la cerré lo mejor que pude y me quede quieto arrinconado contra la pared, en total oscuridad. No podia darle la vuelta a la casa hasta que Don Mario no estuviera adentro, para que no me descubriera cuando cruzara el patio y la calle.
Algo había obtenido de todo esto, conocer su olor de macho. #PapacitoRico  Yo tenia que hacer algo para buscar un acercamiento con EL. Algo se me tenia que ocurrir. Mi necesidad y urgencia por estar con EL ya no podía esperar mas.

Cuando vi que se prendieron las luces adentro de la casa, yo aproveché para salir corriendo por el lado opuesto del patio rumbo a mi casa. Mis padres aun no regresaban. La adrenalina de lo que acaba de hacer empezó a bajar y me dio un chingo de hambre. Me disponía a prepararme un sandwich para cenar, cuando escuché que tocaban la puerta. No podían ser mis padres porque no había escuchado el ruido de su carro y aparte tenian llave; y mis hermanos estudiaban en la capital y venian de visita una vez al mes durante los fines de semana. Y hoy era Miércoles.

Abrí la puerta y el corazón se me paralizó al verlo ahi, enfrente de mi. Era Don Mario. Que Sabroso se veia y como se me antojaba. Mi Macho Perfecto.
Me llené de miedo cuando me di cuenta que quizás me había descubierto, que a lo mejor me había visto salir de su casa. #AlamadreCabron

--"Buenas Noches, muchacho." me saludó EL con su voz seria y ronca.

--"Buenas Noches, Don Mario. En que le puedo ayudar?" le pregunté tratando de parecer lo mas casual posible. Aunque estaba seguro que no venia a buscar el tipo de ayuda que yo le quería dar. De seguro venia a reclamarme por haber traspasado su propiedad.

--"Dile a tu padre que ya tengo todo listo para empezar la remodelación de su casa. Voy a salir unos días para ir a visitar a mi hija a la capital. Regreso el domingo. Puedo empezar el Lunes."

Me regresó el alma al cuerpo cuando comprobé que no me había descubierto. Y sonreí como pendejo al enterarme de que mi padre había contratado a Don Mario para remodelar nuestra casa. Esta era la oportunidad que yo estaba esperando.

--"Yo le digo cuando regresen el y mi mamá."

--"Gracias, muchacho." me dijo y se dio la vuelta para irse. Yo lo seguí con mi mirada. Traía unos jeans que le quedaban como hechos especialmente para EL. Delineaban muy cachondamente sus piernotas y sus nalgas paradas. Su camisa sin mangas marcaban su espalda amplia y firme. Que no daría yo por sentir sus brazos grandes y musculosos en un abrazo eterno, Cabrón.
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No necesito decirles que conté cada hora de los dias que faltaban para que Don Mario empezara a trabajar en la remodelación de mi casa.
Finalmente el Lunes llegó. Era temprano en la mañana cuando Don Mario y sus 2 ayudantes empezaron a trabajar. Mi Papá los había contratado para remodelar varias cosas en la casa. Una de las primeras era quitarle el techo de lamina al corredor del patio trasero y ponerle techo de concreto. Usualmente ahi se celebraba alguna ocasión familiar especial.
Los 2 ayudantes de Don Mario estaban de muy buen ver, pero ninguno se le acercaba a EL. Don Mario no solo era un hombre profundamente atractivo, sino también chingosisimamente cachondo. Su sola presencia irradiaba sexo y calentura, lo cual lo hacia mas interesante porque EL parecía no saberlo. Todo en EL era tan natural, sin poses ni mamadas de ese tipo. Y otra vez me volvía yo a hacer la misma pregunta: Como era posible que un hombre así pudiera vivir solo. Y por tanto tiempo.

Yo no tenia ganas de ir a la escuela, pero una de las condiciones de mis padres era que no iba a trabajar, pero tenia que graduarme, tener un titulo profesional para ser alguien en la vida.
El dia en la escuela se me hizo eterno, Cabrón. Yo quería salir corriendo hacia mi casa. Tenia que aprovechar que Don Mario estaba trabajando ahí para buscar un acercamiento con EL. No podía ni debía desperdiciar la oportunidad que había estado esperando por tanto tiempo. Yo tenia un plan que no me podía fallar.

Al llegar a mi casa, lo primero que hice fue subir a mi cuarto, la ventana que daba al patio trasero tenia las cortinas cerradas, por una rendija pude ver a Don Mario trabajando; y si solamente pensar en EL me ponía mal, verlo como lo estaba viendo me puso a temblar de deseo y necesidad. Estaba sin camisa, mostrando su pecho velludo y musculoso, sus brazos imponentes y provocativos. Estaba tan concentrado haciendo su trabajo, que eso lo hacia verse mas macho, mas Hombre, mas deseable. Mi verga estaba mas que dura debajo de mis pantalones. Me bajé el cierre para atender la urgencia que sacudía mi cuerpo.

--"Cuanto te gusta mi verga, Mi'ijo?"

--"Me gusta mucho Don Mario. Nunca había chupado una así de sabrosa y grandota. Dejeme chuparcela otra vez. Dejeme saborearlo com mi boca y mi lengua que nunca se cansaran de Usted."

--"Hagase garras con ella, Mi'ijo…. hagame lo que quiera con esa boca y esa lengua que tiene….Ufff, así, así…. Cosita Deliciosa."

  A lo lejos escuché a mi madre que me llamaba para que fuera a comer. No le hice caso. Yo lo que realmente quería comerme era algo que estaba tan cerca y tan lejos a la vez: Al Vecino, Don Mario, el viudo.

--"Mmmm….que vergota Don Mario, que sabrosa la tiene….quiero que me coga, que me reviente el culo por primera vez."

--"Oh Mi'ijo, dame ese culito para chupartelo y meterte mi verga poco a poco… te voy a convertir en mi Putita.

--"Si, si Don Mario, yo seré lo que Usted quiera… quiero su verga en mi culo, enseñeme como un Macho Completo como Usted clava verga…yo quiero saberlo, sentirloooo."

Otra vez volví a venirme en chorros de leche mientras lo observaba trabajando, deleitandome con su cuerpo grande y musculoso, viendo como el sol lo hacia brillar con el sudor que cubría su cuerpazo de Semental cachondo.  Pensando en la experiencia que seria que Don Mario me hiciera conocer el cielo y las estrellas con su boca en mi culo y luego su verga. #ParaísoTerrenal

Mi madre volvió a llamarme para que bajara a comer, yo le contesté que me iba a dar un baño rápido y luego bajaría.
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Y la hora de echar a andar mi plan habîa  llegado:

Cuando mi Padre llegó del trabajo, yo le dije que quería ayudar con la remodelación de la casa en las tardes después de la escuela y los fines de semana. Que me diera permiso de ayudar a Don Mario. Al principio se sorprendió pero luego me felicitó por querer hacer algo productivo en mi tiempo libre.
Primer punto del plan aprobado.

Aquella tarde, antes de que Don Mario y sus ayudantes se fueran, mi Padre habló con ellos y les pidió que me dieran algo en lo que yo pudiera ayudarles en los siguientes días al salir de la escuela. Don Mario me miró con sorpresa, pero le prometió a mi Padre que haría lo que le estaba pidiendo.
Segundo punto del plan aprobado.

Al siguiente día, inmediatamente después de llegar de la escuela; me cambié de ropa, me puse unos shorts y una camisa sin mangas y salí afuera a ponerme a las ordenes de Don Mario. Como siempre, se veia bien bueno y lo que le seguia.
Estaba vez no se había quitado su camisa, pero yo ya sabia lo que había abajo, lo que había visto ayer solo reafirmaba lo fuerte atracción que sentía por EL.
Me puso a lijar unas tablas, el trabajito me fastidiaba a mas no poder, yo no tenia ninguna habilidad para ser albañil, pero con tal de estar cerca de EL, me tuve que poner a chambear. Fue difícil concentrarme, porque cada vez que podía, volteaba a verlo y me quedaba como pendejo con la vista clavada en EL.
Así pasaron los días. Y descubrí que Don Mario era un hombre muy serio, callado; casi no hablaba con sus ayudantes, mucho menos conmigo, solo lo necesario para dar instrucciones y algunas ordenes. No estaba siendo fácil romper la barrera que había a su alrededor, sin embargo yo estaba contento de poder convivir con EL, aunque fuera casi en silencio.
Varias veces los ayudantes me descubrieron mirando a su jefe, yo trataba de actuar como si nada, pero estoy seguro que ante las repetidas ocasiones que me descubrieron embobado haciendolo, se dieron color de lo mucho que me gustaba mi vecino. Pero yo no podía estar mas feliz, porque la tercera parte del plan estaba en marcha.

La cuarta parte de mi plan, salió mejor de lo que yo había planeado. Mis Padres tuvieron que viajar a la Capital para asistir a un evento de la Universidad de uno de mis hermanos, ellos querían que los acompañara, pero como se iban desde el Miércoles, yo inventé que tenia exámenes en la escuela. Ellos se fueron y yo me quedé solo en la casa. Todo iba saliendo muy bien.

El primer día que estaba solo, no les ayudé con la remodelación. Me quedé adentro de la casa premeditadamente, ya que usualmente Don Mario antes de irse, tocaba la puerta para hablar con mi Padre del progreso en la obra, de los materiales que hacían falta, etc. Hoy, Mi Padre  no iba a estar, pero estaba yo.
No podía dejar de mirar el reloj, ya quería que llegaran las 7 de la noche, hora en la que normalmente terminaban de trabajar.
Cuando faltaban casi 10 minutos para las 7, me quité el pantalon y mi camisa, me quedé en mi calzoncillo blanco. Me miré en el espejo de la sala. Yo no me consideraba el de mejor cuerpo del mundo, pero estaba de buen ver, mis amigos decían que la naturaleza había sido muy generosa conmigo, porque tenia todo muy bien repartido. Me estaba terminando de ver, cuando tocaron a la puerta, el corazón se me quería salir del pecho, pero haciendo un esfuerzo sobrehumano para actuar como si nada, abrí la puerta. Como lo suponía, era Don Mario. Me miró tratando de disimular su asombro al verme casi desnudo. Yo lo miré fijamente cuando nuestras miradas se cruzaron. Yo quería que viera en mis ojos mi deseo contenido por EL.

--"Solo venia a decirle a tu Padre que por hoy terminamos, mañana vamos a acabar el techo del corredor y vamos a iniciar con las reparaciones adentro de la casa." me dijo con su voz seria y ronca.

Mi mirada fija y penetrante lo pusieron nervioso, porque lo vi tragar saliva, señal de nerviosismo.

--"Mis Padres se fueron a la capital y regresan hasta el Domingo. Voy a dejar la llave de la casa en la maceta por si terminan el trabajo afuera antes de que yo regrese de la escuela." le informé mientras sentía que me estaba quemando por dentro y mi verga se empezaba a poner dura bajo mi calzoncillo, lo cual no pasó desapercibido para Don Mario. Su mirada se clavó en mi bulto por unos segundos, pero fue tan breve que pensé que lo había imaginado. Pero estaba a punto de irse, cuando se volvió a dar la vuelta para verme a los ojos. No pude leer su mirada.

--"Hoy no pudiste ayudarnos, verdad muchacho?"

Esa voz ronca y masculina me estaba matando. Yo me le quería ir encima y pedirle que me cargara en sus brazos, que hiciera de mi lo que quisiera, que me usara, que me abusara, que me llevara a conocer  cielo.

--"No, tenia mucha tarea. Pero ya mañana si le ayudo."

Me volvió a recorrer con la mirada y mi alma se lleno de regocijo al ver aquel interes en Don Mario, muy minimo, quizas mal interpretado por mi; porque quizás EL estaba pensando que yo era una loca o un descarado al abrir la puerta casi desnudo.
O quizás al verme así, la cuarta parte de mi plan estaba funcionando.

--"Hasta mañana!" me dijo y se fue rápidamente. EL se dio cuenta de que yo lo había visto mirando mi cuerpo de arriba a abajo y al verse descubierto emprendió la huida.
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Antes de irme a dormir, salí a regar las plantas del jardin que mi Madre tenia atras de la casa. Había una luna hermosa, que iluminaba todo con una majestuosidad fascinante. Mientras la observaba, escuché el ruido de un celular, pensé que era el mio, pero yo lo había dejado en la sala y el tono de timbre no era igual. El ruido venia de la esquina donde estaba todo el material de construcción, cuando lo encontré, ya había dejado de sonar. Tenia que ser de Don Mario o de alguno de sus ayudantes.
No lo pensé dos veces. Me puse unos shorts y una camisa y cruzé la calle hasta la casa de Don Mario, toqué la puerta varias veces y nadie me abría. Ahí estaba su camioneta, ahí tenia que estar EL.
Pasaron varios minutos antes de que abriera. Cuando lo hizo, mi cuerpo se estremeció al verlo con su ropa de dormir y con una cerveza en su mano. #SementalAbsoluto #PapacitoCompleto

--"Encontré este celular en el patio de la casa, estaba sonando. No sé si es de Usted o de alguno de sus ayudantes." le dije tragando saliva y tratando de no irme encima de EL y rogarle que me diera una buena revolcada.

--"Es mio, se me olvidó." me dijo extendiendo su mano y yo hice lo mismo con la mía. Y fue el primer contacto de nuestros cuerpos, una sensación electrizante me recorrió cuando nuestras manos se rozaron. Yo no quería soltar el celular, no quería romper con la magia de ese momento, pero no podía quedar en ridículo. Tenia que ir paso por paso.

--"Ya me voy, nos vemos mañana." le dije y me di la vuelta para irme.

--"Ya cenaste? No esta tu mamá  y yo acabo de hacer algo de cenar. Quieres cenar conmigo?"

No podía creer lo que estaba escuchando. Estaba de espaldas y no podía ver su rostro. Pero yo no lo podía estar imaginando. Don Mario me estaba invitando a cenar. Yo no tenia hambre de comida, yo tenia hambre pero por EL. Mucha Hambre.

Me di la vuelta y aunque su rostro estaba serio, cosa normal en EL, su mirada era penetrante pero difícil de leer. Lo vi darle un trago a su cerveza. EL estaba nervioso. Yo estaba nervioso. Pero esta oportunidad no la iba a desaprovechar.

--"No quisiera molestar…"

No me dejó  terminar de hablar porque me interrumpió con su voz ronca y seria.

--"No es ninguna molestia, no me voy a terminar yo solo todo lo que hice para la cena" y le dio otro trago a su cerveza. Se hizo a un lado para que yo pasara.

Su olor a Hombre recién bañado me llegó hasta el ultimo rincón de mi cuerpo. Aun no podía salir de mi asombro, pero mientras El servia la cena, yo no perdí ningún detalle al observarlo. Don Mario era el hombre que cualquier mujer soñaba y esperaba encontrar. Atractivo, cachondo, serio, educado y ademas buen cocinero. Porque cuando probé la cena, no me quedo duda de lo bueno que era en la cocina. Y así de bueno o mejor tenia que ser en la cama.

No hablamos mucho durante la cena, yo ya sabia que era un hombre callado y serio. Pero ya era ganancia haber recibido la invitación a cenar.

--"No te invito una cerveza porque no sé si puedas tomar o si te guste tomar."

--"Ya voy a cumplir 20 años en un mes. Y si me gusta tomar, pero mañana tengo que ir a la escuela."

--"No sabia que ya fueras a cumplir 20."

Saber que era mayor de lo que EL imaginaba, como que lo hizo relajarse un poco. Yo estaba haciendo un gran esfuerzo para cenar, no tenia hambre, mi atención estaba puesta en cada uno de sus movimientos. En cada vena que resaltaba en sus brazos y manos, en su presencia que llenaba todo el comedor. Aun con lo poco que hablaba, tenia el poder de hacerse sentir. De imponerse.

Se hizo otro silencio largo, Yo quería que la platica fluyera, que me contara cosas, que fuéramos amigos. Pude darme cuenta que EL tampoco tenia mucha hambre, porque no se veía con muchas ganas. No podía dejar de verlo, no podía dejar de pensar en lo guapo que era y en lo hermoso que se debería de ver completamente desnudo. Y su sonrisa. Como seria su rostro al sonreír? Una sonrisa en sus labios seguramente haría ver su cara mas hermosa, Cabrón.
Y aunque yo estaba tratando de disimular, me descubrió mirandolo, yo agaché la mirada, avergonzado y apenado. De pronto no supe que hacer.

--"Pasa algo, muchacho?" me preguntó serio y le dio otro trago a su cerveza. Fue un trago grande, porque se la terminó y se levantó a sacar otra del refrigerador. Y pude volver a deleitarme con sus piernas velludas y musculosas. Sus shorts eran negros, cortos y algo apretados. Se le veia un buen bulto debajo.

--"No. Nada." contesté rapido, pero poco convincente.

--"Desde que nos ayudas en el trabajo de remodelación de tu casa, veo que me miras mucho. O lo estoy  imaginando?"

Yo levanté mi mirada y se cruzó con la de EL. Don Mario me estaba mirando. QUE SABROSO se veia, QUE SEMENTAL y no fregaderas.

--"Yo… yo solo…. No es nada. Disculpeme." le contesté lleno de verguenza, estaba al descubierto y mi valentia por conquistarlo desapareció inexplicablemente. Me puse de pie para irme. "Gracias por la cena. Estuvo muy rica. Me tengo que ir."

--"Pero si casi ni la probaste." Me dijo levantandose de la mesa, y no pude evitar ver su bulto que se escondia debajo de aquellos shorts de dormir, esas piernotas grandes, musculosas y velludas.  "No comiste nada. Sientate, termina de cenar."

Los dos nos volvimos a sentar a la mesa, se hizo otro enorme silencio, mientras tratabamos de terminar de cenar. La situación era incomoda. Me sentía totalmente descubierto, expuesto al rechazo, yo no quería vivir esa experiencia. En que chingados estaba pensando cuando pensé que podía tener una oportunidad con un Señor viudo que nunca se había vuelto a casar en tanto tiempo. Obvio seguía amando a su esposa. Y aunque indudablemente le gustaban las mujeres, no había lugar en su corazón para ninguna otra.  Y mucho menos para "otro".
Y Quizás como lo había dicho mi amigo, Don Mario podría tener a una mujer escondida que le quitaba las ganas. Solo imaginar que alguien mas pudiera disfrutar de aquel Macho, de sus besos, de sus caricias y de su verga, me lleno de rabia. Yo se que la estaba cagando con todo esto que sentía por EL, pero no podía hacer nada al respecto. Yo estaba total y profundamente clavado con EL. Y pensar que alguien mas pudiera gozar y disfrutar de lo que yo no podía, me encabronaba un chingo.

--"Mucha gente en el pueblo me mira, me observa cuando voy al supermercado, a la gasolinera o algún lugar publico. De seguro se preguntan por que soy tan solitario?, por que sigo solo?"

Sus palabras inesperadas me llegaron al fondo de mi corazón, me dio pena por EL, porque eso era exactamente lo que pasaba en el pueblo, la mayoría de la gente hablaba de la demás gente. Y de EL.

--"La gente siempre va hablar. No les haga caso." fue lo único que se me ocurrió decir.

--"Creeme, no les hago caso. Pero aveces cansa ser el centro de atención de ese tipo de morbo." y se me hizo un vuelco en el corazón al escucharlo decir eso.

--"Yo no quería hacerlo sentir mal, yo solo estaba…"

--"No pasa nada, muchacho. Todo esta bien. No eres el único que…"

Yo no podía seguir dejando que EL pensara que yo lo observaba por la misma razón que la gente chismosa del pueblo. Don Mario no podía pensar eso de mi, así que lo interrumpí bruscamente.

--"No, Don Mario, Usted esta equivocado con respecto a mi. Disculpe si lo incomodé con mis miradas indiscretas. Pero no es por lo que Usted piensa. Y le voy a decir la verdad aunque a lo mejor no me vuelva a hablar" tenia que ser honesto con EL. Era obvio que el señor se sentia el centro de comentarios morbosos y mal intencionados. Yo tenia que sacarlo de su error con respecto a mi. Su mirada estaba clavada en mi, en sus ojos había sorpresa, asombro y un poco de dolor.  "Yo a Usted no lo puedo dejar de ver porque me gusta, me gusta mucho."

EL le dio un trago profundo a su cerveza, pero no dijo nada. Solo me miró con esos ojazos bellos que tenia.

--"Así como la gente habla e inventa historias de Usted y de porque no se ha casado. Así hablan de mi también, estoy seguro que cuestionan si soy gay o no como mi mejor Amigo que no lo esconde. Y si soy gay y qué? Me vale lo que la gente piense."

EL seguia tomando cerveza y no decía nada, solo me miraba. Sus ojos brillaban inmensamente. Una mezcla de confusion y sorpresa.

--"Disculpeme por lo que acabo de decir; pero no toda la gente lo mira para burlarse de Usted. Todas las mujeres solteras del pueblo quisieran que Usted se fijara en ellas, todas se mueren por Usted… y hay hombres como yo que también lo miramos porque lo encontramos infinitamente atractivo." Me levanté de la mesa, mientras sentía que algo se había liberado dentro de mi. Había confesado mi verdad al hombre que ponía mi mundo al revés. Y me sentía libre. "Gracias por la cena."

EL solo movió la cabeza como negando lo que acaba de escuchar, no aceptando mi confesión . Yo quería que EL dijera algo, que me detuviera, que me preguntara, que me cuestionara. NO lo hizo.
Salí de su casa rapidamente. No podia seguir ahí o iba terminar haciendo un ridículo mas grande.
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Al siguiente día y mientras estaba en la escuela, no podía dejar de pensar en Don Mario, eso no era ninguna novedad; pero lo que me tenia intrigado era como iba a ser nuestra interacción de ahora en adelante. La respuesta a mi pregunta la obtuve cuando llegué a mi casa y me puse a ayudarles.
Don Mario no cambio, siguió como si nada. Igual de callado y serio. Yo llegué justo en el momento en que habían terminado el techo en el patio y estaban por comenzar adentro de la casa.
Tuvimos que mover algunos muebles en la sala para iniciar la remodelación. Yo no podía dejar de observar a Don Mario. Era como un imán que me atraía sin que yo pudiera hacer algo, que me dejaba sin fuerza de voluntad.
Y quizá por lo incesante de mis miradas, EL me sorprendió varias veces y yo le sostuve la mirada, EL terminaba por voltearse o esquivarme.
Se llego la hora de que los ayudantes se fueran. Yo pensé que Don Mario se iba a ir con ellos, pero cuando lo vi despedirse de ellos y seguir trabajando, me puse nervioso de ver que estábamos solos otra vez, EL y Yo como la noche anterior en su casa.
Yo quería decirle algo, pero no supe que decir. EL seguía trabajando en silencio, en ese silencio que parecía ser su mejor acompañante y que a mi me estaba ahorcando.

--"Si tu quieres, ya puedes dejar de trabajar por hoy." me dijo EL mientras seguía pintando la pared, sin mirarme, sin voltear a verme. "Yo termino con esta pared y me voy."

Pared era la que EL había construido a su alrededor para que NADIE se acercara a EL. Pared era la que yo quería destruir y hacer que se fijara en mi. Pared era contra la que yo me quería agarrar a cabezazos para entender que ni antes ni después de decirle la verdad a Don Mario, las cosas no iban a cambiar jamas.

--"Okay. Nos vemos mañana." le dije yo mientras guardaba las herramientas que estaba usando.

Empecé a subir las escaleras y al llegar al segundo piso, sentí su mirada siguiendome, yo me detuve en el ultimo escalón y me di la media vuelta para verlo. Estaba mirandome, sus ojos clavados en mi. QUE RICO se veía con su ropa de trabajo. Era un hombre con cada una de sus letras, llenando la definición de la palabra completamente. Tan deseable y tan hermoso como siempre. Un hombre que Yo jamas iba a poder tener. #MalditaMiSuerte

Entré a mi cuarto y me fui quitando mi ropa mientras un dolor en la boca del pecho me agitaba la respiración. Asustado de lo que acaba de descubrir. Este sentimiento que alborotaba mi alma y sobretodo mi verga por Don Mario no era solo deseo y calentura… yo me había enamorado de EL a lo largo de todos estos años. Hijo de su Pinche Madre, Cabrón.
Yo enamorado de Don Mario.
Yo otro pendejo que ingresaba a la lista del club de los NO correspondidos.
 Excelente.
 Ahora solo faltaba que me pusiera a llorar como marica para terminar de complementar la escena.
Y eso fue precisamente lo que hice, arrinconarme en la esquina de mi cuarto a llorar como magdalena. #PutoCompleto

Lloré y lloré en un llanto reprimido y silencioso. Encontré un poco de alivio a mi tristeza y deseos no correspondidos. Y pasos en la escalera me sacaron de mi momento de debilidad, me puse de pie y me di cuenta que estaba totalmente desnudo, la puerta de mi recamara estaba semi abierta, vi una sombra detenerse y tocar.
No podia ser nadie mas que Don Mario. Traté de ponerme la ropa antes de contestar, pero fue demasiado tarde. EL entró al cuarto antes de que yo pudiera reaccionar, yo me quedé con mi calzoncillo en las manos.

--"Perdón….Yo solo quería…" su voz era ronca como siempre, pero sus palabras entrecortadas. Se sorprendió al verme desnudo. Su mirada iba de mis ojos a mi verga, la cual se empezó a poner dura. Verlo ahí, frente a mi, en una situación como esta hizo que me calentara y mi verga no estaba mintiendo. "Disculpa, yo no sabia que estabas desnudo, debí esperar a que…."

Pero yo no lo dejé que siguiera hablando, me acerqué a EL sin pensarlo. Era un hombre alto, mas alto que yo y eso me gustaba y excitaba un chingo. Me llegó  su olor de macho, a un largo día de trabajo. EL no se movió, solo me miraba incrédulo, no sé si por haberse atrevido a entrar a mi cuarto o por haberme encontrado desnudo y ver como la verga se me ponía dura. Pero a mi lo unico que me importaba es que seguia sin moverse, que no había salido huyendo. Le pasé mi mano por encima de su camisa para acariciar su pecho. Mi mano temblaba, pero no me detuve. Su pecho estaba duro, firme y velludo.

--"Que haces, muchacho?" me preguntó en voz baja y tomó  mi mano para detenerme, para no permitir que lo siguiera tocando. Pero no me soltó. Su mano seguía encima de la mia.

--"Mire como tiemblo de ver lo bueno que esta, Don Mario. Mire como se me pone la verga por Usted."

Y continué mi recorrido por su pecho, pensé que me iba a volver a detener, que se iba a ir, pero no. Le desabroché la camisa. Yo no podía creer lo que estaba pasando, mi cuerpo hervía de deseo, de urgencia y lujuria. Le quité la camisa, dejando su pecho velludo al descubierto, su piel estaba caliente. Con mis dos manos recorrí cada centímetro de su piel desnuda y velluda.


--"Esto no esta bien, Muchacho… no debemos…"

--"Ssshhh… no diga nada, Don Mario. Cierre los ojos y dejese llevar. Si no le gusto, si no le gustan los hombres, solo cierre los ojos y piense que es una mujer la que lo esta tocando acariciando, piense lo que Usted quiera, pero disfrute el momento, no me diga que no le dan ganas…"

Lo vi cerrar su ojos y entregarse a las sensaciones que mis manos le estaban dando. Este momento lo había estado esperando toda mi vida desde que me había fijado en EL. Y lo iba a aprovechar totalmente.
Le empecé a bajar el cierre del pantalón y EL no puso objeción, estaba duro,  necesitaba atención. Yo quería conocer su verga y mi corazón casi se detuvo cuando con mis manos temblorosas la saqué de su pantalón. Era maravillosa, bella, gruesa y grande. La verga del hombre mas completo del universo. Mi Universo.

--"Aaaahhhh…."

Lo escuché emitir sonidos de placer, sus piernas estaban temblando, las abrió un poco para tener mejor soporte sobre el piso y poder entregarse a lo que se aproximaba. Sus ojos seguían cerrados. Su verga se iba poniendo mas y mas dura. Yo tenia que probarla, saborearla. La acaricié con mis dos manos, que rica y que sabrosa se veía. Me puse de rodillas y con mi lengua empecé a recorrerla, a conocer su textura y su sabor.

---"Ooohhh… Mmmmmm…."

Sus gemidos de placer eran un incentivo para continuar, para avanzar y hacer que jamas olvidara este momento. Me fui adueñando de su verga, con lentitud primero, luego la urgencia se apodero de mi y de EL, porque con cada recorrido de mi lengua hacia arriba y hacia abajo, Don Mario se iba poniendo mas y mas caliente.
Fui llenando mi boca poco a poco de su verga jugosa y deliciosa. Era grande pero yo logré que mi boca y mi garganta se abrieran y amoldaran a ella.

--"Aaahhhh…..Oooohhhh…"

Don Mario no dejaba de hacer sonidos de placer, no se movia, no decía nada, solo se estaba dejando llevar como yo se lo había pedido, yo estaba haciendo todo el trabajo y EL solo recibía con agrado cada lengüetazo, cada sensación que yo le estaba regalando con mi boca. Y con mi boca lo llevé al punto de excitación en el que ya no podía seguir inmóvil y solo recibir. Me agarro de la cabeza y me la empezó a meter y a sacar, haciendo que me la comiera toda, que se la chupara toda.
Empecé a jugar con mi verga dura como la roca. Don Mario empezó a acelerar sus clavadas de verga en mi boca, haciendome su esclavo, dispuesto hacer todo lo que EL quisiera.

--"Oooohhh… muchachoooo… Aahhhh…"

Y agarrandome de las orejas aceleró sus metidas y sacadas de verga, le acaricié sus bolas duras y llenas de leche, eso hizo que se calentara mas, aceleró otra vez, mas y mas duro. Yo me seguia jalando mi verga. Todo era silencio, solo el eco de sus clavadas en mi boca y la respiración agitada de nuestros cuerpos se escuchaban como melodia del deseo de machos. No me cabia duda de que Don Mario estaba tan caliente como yo en este momento. Sus ojos seguían cerrados, y fuese quien fuese a quien EL se estuviera imaginando, era YO y solo yo quien disfrutaba de su cuerpo, de aquella verga que como espada me estaba rompiendo la boca y la garganta, pero era un dolor y placer que no cambiaria por nada y mucho menos por nadie mas.

Ninguno de los dos podíamos aguantar mucho mas, EL sacó su verga de mi boca, yo quería que se viniera adentro, pero ya no había tiempo,  sentí sus intensos y enormes chorros de leche bañando mi cara, cubriendo mi rostro con el jugo mas preciado y sagrado que un hombre le podía dar a otro hombre. Lo sentí estremecerse en espasmos de placer, sus piernas le temblaban.
Con mi boca le saqué hasta la ultima gota, limpiando su verga hermosa que aun seguía dura.
Luego me pusé de pie limpiando mi cara con las manos y usando su semen para lubricarme la mia. Don Mario abrió sus ojos y se quedó hipnotizado viendo como me la jalaba enfrente de EL.

Y ahí, en mi cuarto, desnudo y enfrente del hombre que me había enseñado el deseo, la pasión y el amor, alcanzé una de las masturbadas mas chingona de toda mi vida, viendolo a EL, sintiendo su calor a tan pocos centímetros de mi. Sus ojos no perdieron detalle cuando me vine en chorros de leche, muchisima leche. Queria que EL me abrazara, que me besara. No lo hizo.

Por unos segundos o quizá minutos nos quedamos viendo sin quitarnos la vista de encima. Y después  cerró sus ojos metiendo su verga debajo del pantalón y subiendo el cierre me dijo:

--"Aqui no pasó nada. Aquí no estuve yo. Borra de tu mente esto que ha sucedido, Muchacho."

Abrió sus ojos, levantó su camisa del suelo y desapareció de mi vista. Por unos segundos no supe que hacer, pero reaccioné y salí tras EL.

--"Don Mario, no se vaya."

EL estaba a punto de abrir la puerta, pero yo lo tomé de un brazo antes de que la abriera.

--"No se vaya. Yo nunca he dejado que nadie me la clave por el culo. Yo quiero que Usted sea el primero."

EL me miro a los ojos y dando la vuelta me dijo:

--"Yo nunca estuve allá arriba y Tu nunca me la chupaste. Borralo de tu mente. ENTENDIDO?" su voz era ronca como siempre, pero el tono era casi despiadado, cruel. Sus palabras me dejaron frió y sin habla.
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Por unos segundos no supe que hacer. Mi mente se quedó en blanco. No entendía, no sabia como asimilar y aceptar lo que acaba de suceder.
El hombre que mas deseaba, que mas caliente y cachondo me ponía  se acababa de marchar de mi casa como si nada hubiera pasado.
Le había chupado la verga por primera vez y EL me pedia que lo olvidara. Un vacío enorme se apoderó de mi y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

--"Aqui no pasó nada. Aquí no estuve yo. Borra de tu mente lo que ha sucedido, Muchacho."

Sus palabras retumbaron en mi mente como una tortura, como una sentencia de muerte.

C O N T I N U A R A……..

Te gustó? Quieres saber que sucedera entre Don Mario y Dante? Nos vemos en la SEGUNDA Parte
MUY PRONTO !!!  #GRACIAS